lunes, 4 de octubre de 2010

Pérdida y encuentro


Se me cayó una palabra
como un plato de comida
y en el piso se mezclaron
tu boca, el vidrio y la mía.

Se me cayó una palabra,
una palabra indebida,
entre las luces que gimen
yacen tu sombra y la mía.

Se me cayó una palabra
como una suerte homicida
que no le vasta matarme
busca tu cuerpo suicida.

De quien sabe que rincones
se me cayó esta palabra
a la noche a mar abierto
de tus ojos sin salida.

1 comentario:

Patricia Angulo dijo...

Bien ahí, qué cadencia tiene este poema de palabra caída!

Un saludo poeta clubero!