domingo, 7 de noviembre de 2010

Un niño

Está sentado en el cordón
frotándose las manos
acuñadas entre las piernas.
En sus ojos van acumulándose las nubes
como en un patio baldío los yuyos y las soledades.
Penden de esos ojos dos ojeras
que le jalan cuesta abajo de los párpados.
Resopla y un pamperito le sale de la boca
como primicia de la tormenta
como una sombra del cielo amoratado
en esta esquina de la tierra.

Es un niño pequeño el paisaje urbano
un niño que está sentado en el cordón
destemplado
en el silencio que va a romper
sus macanas de agua
contra la ciudad dormida
que va a lavar el paisaje incómodo
gris, indiferente
áspero en cementos y cristales.

Invisible
un niño
un niño pequeño
que estaba al borde del cordón
como del sueño
frotándose las manos
hambriento y solitario
como un zapato viejo sin cordones
como un abrigo sin botones
como un plato sucio sin comida
Un niño
solo un niño invisible
un paria
un perro sin collar
sin apellido
un niño al fin descansa
y cae
de la lluvia que se acuesta.

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