lunes, 8 de noviembre de 2010

La lámpara

I

Una única luz, pálido semblante,
ojos opacos en el rostro lívido,
el recinto congraciado en allegados,
amigos, familiares que lloran
en la inaudita confrontación de la muerte.
Una sola luz, pálida luna
calzada en su cojín a cielo abierto
se deja ver al centro para que podamos
creer que ya no la veremos,
unas manos de carbón
deslizan esa nube de cedro,
y clavan los truenos, la tapa.



II

Ojo inoportuno, grieta del horror
enciende el escenario sepulcrado en la penumbra
lámpara de pólvora que arroja
su luz roja a las paredes
susurro que devora la madera entre mis dedos
la oscuridad ante mis ojos
el aire en mis narices
Y yo que he despertado en este estado
tendido en la antesala de la muerte
bajo este cielo acolchado
rodeado por kilómetros de tierra
pronto a extinguirme como este fósforo.

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